Comentario previo:
Entre los productos ecológicos que me enviaron la gente de Freshvana venía un paquete de garbanzos pedrosillanos ecológicos de la marca Gumendi. Son unos garbanzos pequeños que tienen un piel muy fina y que se desprende menos que la de otros tipos. Me pareció buena idea llevar a cabo con ellos una receta que tenía pendiente hace mucho tiempo. Se trata de un plato de origen griego y que no es más que unas croquetas de garbanzos o, en su denominación original, revizokeftedes (que literalmente significa eso: croquetas, albóndigas o bolas de garbanzos).
Hace poco traía a estas páginas las kolokithokeftedes, que tenía como ingrediente de las croquetas el calabacín. En este caso quedan unas bolitas más compactas y, haciéndolas pequeñas, pueden ser muy útiles como aperitivo. Por supuesto, pueden acompañarse de cualquier tipo de salsa, aunque yo he preferido acompañarlas con un risotto de setas y servirlas como plato principal.
Aunque se trata de una receta entretenida de hacer, no es complicada de ejecutar. Se puede optar por utilizar unos buenos garbanzos de bote y, en lugar de patata, pan rallado para que amalgame la masa.
Muestro aquí como dejo preparados los garbanzos para irlos consumiendo en sucesivas ocasiones. Preparo en este caso 500 g. (algo más de 1 kg una vez remojados y cocidos) y sólo utilizaré en la receta 200 g. una vez cocidos. Hago una cocción neutra para que me sirvan para casi cualquier preparado, pero utilizo alga kombu y comino en la cocción. Esto evita, en gran medida, los problemas de gases que produce esta legumbre.
El resto es amasar, dar forma a las bolas y freírlas en un buen AOVE (aceite de oliva virgen extra) a una temperatura adecuada. La verdad es que el resultado merece la pena.
Hace poco traía a estas páginas las kolokithokeftedes, que tenía como ingrediente de las croquetas el calabacín. En este caso quedan unas bolitas más compactas y, haciéndolas pequeñas, pueden ser muy útiles como aperitivo. Por supuesto, pueden acompañarse de cualquier tipo de salsa, aunque yo he preferido acompañarlas con un risotto de setas y servirlas como plato principal.
Aunque se trata de una receta entretenida de hacer, no es complicada de ejecutar. Se puede optar por utilizar unos buenos garbanzos de bote y, en lugar de patata, pan rallado para que amalgame la masa.
Muestro aquí como dejo preparados los garbanzos para irlos consumiendo en sucesivas ocasiones. Preparo en este caso 500 g. (algo más de 1 kg una vez remojados y cocidos) y sólo utilizaré en la receta 200 g. una vez cocidos. Hago una cocción neutra para que me sirvan para casi cualquier preparado, pero utilizo alga kombu y comino en la cocción. Esto evita, en gran medida, los problemas de gases que produce esta legumbre.
El resto es amasar, dar forma a las bolas y freírlas en un buen AOVE (aceite de oliva virgen extra) a una temperatura adecuada. La verdad es que el resultado merece la pena.
Ingredientes:
- 200 g. de garbanzos pedrosillanos ecológicos de Gumendi distribuidos por Freshvana cocidos.
- 1 trozo de alga kombu.
- 1/4 c/c (cucharita de café) de comino en polvo.
- 100 g. de patata ecológica de Freshvana cocida.
- 1 cebolla tierna ecológica de Freshvana.
- 1 rama de perejil fresco picada.
- 1 huevo (tamaño L).
- 50 g. de queso emmental rallado.
- Sal marina.
- Pimienta negra molida.
- Harina, para rebozar.
- AOVE (aceite de oliva virgen extra), para freír.
Pasos:
- Poner a remojo los garbanzos la noche anterior.
- Tirar el agua de remojo y poner los garbanzos en la olla a presión, donde tendremos agua hirviendo, junto con un trozo de alga kombu, un poco de comino y sal. Tapar la olla y cocer durante 40 minutos.
- Cocer las patatas al vapor (para que no queden muy húmedas).
- Poner 200 g. de garbanzos cocidos y 100 g, de patata cocida en un cuenco y machacarlas hasta de dejar un puré basto.
- Añadir la cebolla tierna y perejil finamente picados, el huevo, el queso emmental y salpimentar. Seguir machacando hasta formar una masa uniforme.
- Tomar cucharaditas de masa y hacer bolitas con las manos (mejor si se tienen humedecidas con aceite).
- Rebozar las bolitas en harina.
- Freír en abundante AOVE caliente (170º).
- Ir sacando cuando las bolitas flotan en el AOVE. Escurrir en papel de cocina para quitar el exceso de grasa. Se pueden servir tanto frías como calientes, pero están mejor calentitas.
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