Comentario previo:
Un pequeño accidente en el transporte de las fotos desde mi cámara al ordenador ha hecho que las pierda y, menos mal, sólo he podido recuperar una que hice con el móvil. Queda pendiente para la próxima ocasión que haga nuevas fotos a este plato, tanto del paso a paso como del resultado final. Por ahora habrá que conformarse con esta foto, que queda un poco sosa, pero muestra el resultado final antes de emplatar.
Esta receta la encontré en Cocina ya en una de esas navegaciones sin rumbo en las que me embarco de vez en cuando. Como su nombre indica, se traga de un plato frío ideal como entrante y que con una buena salsa (yo lo serví con salsa de piquillos) queda de muerte. Queda como un mouse muy cremosa, que podría tomar más consistencia aumentando la cantidad de agar-agar. El sabor es muy ligero y se aprecia claramente la coliflor, pero sin que su presencia se haga pesada. Para aquellos que no sean devotos de la coliflor, en este plato no van a encontrar problemas de sabor.
En lugar de cocer por inmersión en agua, yo prefiero preparar la coliflor al vapor, para que no pierda tantas propiedades. Para el caldo vegetal he aprovechado parte del agua de la cocción al vapor de la coliflor con una cucharadita de mi concentrado para caldo vegetal, pero puede servir cualquier otro que tengas en casa.
Este preparado te aguanta varios días en el frigorífico y está especialmente indicado para cuando hay invitados en casa, ya que podemos prepararlo con antelación.
Esta receta la encontré en Cocina ya en una de esas navegaciones sin rumbo en las que me embarco de vez en cuando. Como su nombre indica, se traga de un plato frío ideal como entrante y que con una buena salsa (yo lo serví con salsa de piquillos) queda de muerte. Queda como un mouse muy cremosa, que podría tomar más consistencia aumentando la cantidad de agar-agar. El sabor es muy ligero y se aprecia claramente la coliflor, pero sin que su presencia se haga pesada. Para aquellos que no sean devotos de la coliflor, en este plato no van a encontrar problemas de sabor.
En lugar de cocer por inmersión en agua, yo prefiero preparar la coliflor al vapor, para que no pierda tantas propiedades. Para el caldo vegetal he aprovechado parte del agua de la cocción al vapor de la coliflor con una cucharadita de mi concentrado para caldo vegetal, pero puede servir cualquier otro que tengas en casa.
Este preparado te aguanta varios días en el frigorífico y está especialmente indicado para cuando hay invitados en casa, ya que podemos prepararlo con antelación.
Ingredientes:
- 500 g. de coliflor ecológica de Freshvana.
- 200 ml. de caldo vegetal.
- 3 g. de agar-agar en polvo.
- 4 c/s (cuchara sopera) de mayonesa.
- 200 ml. de nata (33% MG).
- Sal marina.
- Pimienta negra molida.
Pasos:
- Cocer al vapor la coliflor, con un poco de sal, durante unos 20 minutos.
- Calentar el caldo de verduras hasta que aparezcan las primeras burbujitas del hervor. Añadir el agar-agar y disolverlo, dando vueltas y sin que rompa a hervir el caldo durante 3 ó 4 minutos.
- En la trituradora o robot de cocina, poner la coliflor junto con el caldo y el resto de ingredientes (mayonesa, nata, sal y pimienta). Triturar todo hasta que quede una papilla muy fina (En Thermomix: velocidad 6, 30 segundos).
- En un molde (mejor si es de silicona) engrasado levemente con AOVE, para que no se pegue, verter el triturado y alisar la superficie.
- Dejar enfriar en el frigorífico durante, al menos, dos horas. Servir frío acompañado, por ejemplo, de salsa de piquillos.
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