Comentario previo:
Ya dije que quería dar mayor protagonismo a las salsas haciendo entradas específicas para ellas, en lugar de relegarlas a aparecer como parte de una receta. La que traigo aquí es una salsa sencilla pero que da mucho juego con ese toque entre ácido y picantillo que tienen los pimientos del piquillo.
Para hacerla vamos a usar pimientos del piquillo de bote en tiras. No usaré esas latas donde vienen enteros, que son más caros y luego vamos a triturarlos. Por supuesto, la mejor salsa de piquillos se hace con pimientos frescos y asados a la lumbre. Pero en Murcia no tenemos pimientos del piquillo frescos, así que ni me lo planteo.
Si se quiere una salsa más dulce, podemos cambiar los piquillos por pimientos morrones de bote o, estos sí, asados en casa. También se puede cambiar el puerro por cebolla, cebolletas o chalotes (escalonias), cada una de ellas le puede dar un matiz distinto a la salsa que se ajuste más a nuestro gusto o al plato con el que se piensa servir la salsa. La nata le da una cremosidad a la salsa que sin ella no tiene, pero podemos prescindir de usarla, dando más relevancia al sabor del pimiento.
La ejecución de esta preparación ha sido en una Thermomix (TMx), pero se puede hacer de una forma convencional en una sartén o cazo el cocinado de los ingredientes, terminando con el triturado mediante una batidora de mano. La textura final va en gustos: hay quien prefiere que queden trocitos de pimiento y otros que hacen un triturado fuerte y luego pasan por un colador chino para que quede una textura muy fina. Personalmente me quedo a mitad de camino.
Para su consumo, la salsa de piquillos se puede servir en frío o en caliente y se conserva muy bien en el frigorífico durante una semana. Por tener un sabor fuerte, va bien con platos suaves.
Para hacerla vamos a usar pimientos del piquillo de bote en tiras. No usaré esas latas donde vienen enteros, que son más caros y luego vamos a triturarlos. Por supuesto, la mejor salsa de piquillos se hace con pimientos frescos y asados a la lumbre. Pero en Murcia no tenemos pimientos del piquillo frescos, así que ni me lo planteo.
Si se quiere una salsa más dulce, podemos cambiar los piquillos por pimientos morrones de bote o, estos sí, asados en casa. También se puede cambiar el puerro por cebolla, cebolletas o chalotes (escalonias), cada una de ellas le puede dar un matiz distinto a la salsa que se ajuste más a nuestro gusto o al plato con el que se piensa servir la salsa. La nata le da una cremosidad a la salsa que sin ella no tiene, pero podemos prescindir de usarla, dando más relevancia al sabor del pimiento.
La ejecución de esta preparación ha sido en una Thermomix (TMx), pero se puede hacer de una forma convencional en una sartén o cazo el cocinado de los ingredientes, terminando con el triturado mediante una batidora de mano. La textura final va en gustos: hay quien prefiere que queden trocitos de pimiento y otros que hacen un triturado fuerte y luego pasan por un colador chino para que quede una textura muy fina. Personalmente me quedo a mitad de camino.
Para su consumo, la salsa de piquillos se puede servir en frío o en caliente y se conserva muy bien en el frigorífico durante una semana. Por tener un sabor fuerte, va bien con platos suaves.
Ingredientes:
- 1 diente de ajo.
- 50 g. de puerro ecológico de Freshvana limpio.
- 2 c/s (cuchara sopera) de AOVE (aceite de oliva virgen extra).
- 300 g. de pimientos del piquillo (caldo incluido).
- Sal marina.
- Azúcar.
- Pimienta negra molida.
- 100 ml. de nata para cocinar (18% materia grasa).
Pasos:
- Cortar el ajo en lonchas y picar el puerro. Poner el AOVE en el vaso de la TMx y calentar durante 2 minutos a 100º a velocidad cuchara. Añadir el ajo y el puerro, cocinar a 100º, durante 5 minutos, velocidad 1.
- Agregar las tiras de pimiento del piquillo (con el caldo que lleva el bote), salpimentar y poner una pizca de azúcar (para suavizar la acidez del pimiento). Cocinar a 100º, durante 5 minutos a velocidad 1.
- Incorporar la nata y triturar todo durante 30 segundos a velocidad 6. Se puede servir caliente o guardar en el frigorífico para servir fría.
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