Comentario previo:
Las salsas son la alegría de la comida. Una preparación mediocre puede ganar muchos puntos con una buena salsa. También es cierto que un gran plato se puede echar a perder con una mala salsa. Bueno, todo esto viene a cuento de que hay que dedicarle un cierto tiempo a las salsas y me ha dado a mí el aire de ir incluyendo salsas para ir mejorando esta parte de la cocina, que tenía un poco abandonada en este blog. He subido algunas salsas, pero casi siempre como parte de un plato. Ahora quiero darles una relevancia mayor, como les corresponde.
La de hoy es una salsa griega, muy conocida aunque sea por su falso nombre de "salsiki". Comprendo que con tanta zeta, ka y te en un nombre no estemos acostumbrados a lidiar. Además, lo de salsiki ya suena a salsa griega con esa adaptación del nombre. Pero hay que ser justos y tratar de llamar a las cosas por su auténtico nombre, que luego nosotros bien que despotricamos de inglese y demás extranjeros que deforman y mutilan los nombres de nuestros platos regionales.
Esta salsa tiene como única dificultad el disponer de menta fresca para hacerla. Afortunadamente, mis macetas ya empiezan a tener brotes y dispongo de ella. He visto que se llega a hacer esta salsa con hierbabuena, que puede ser una buena sustituta, pero es mejor recurrir a la menta. Lo demás es de fácil adquisición y la ejecución es muy rápida. Apenas en dos pasos tenemos una salsa con sabor exótico y muy refrescante.
La de hoy es una salsa griega, muy conocida aunque sea por su falso nombre de "salsiki". Comprendo que con tanta zeta, ka y te en un nombre no estemos acostumbrados a lidiar. Además, lo de salsiki ya suena a salsa griega con esa adaptación del nombre. Pero hay que ser justos y tratar de llamar a las cosas por su auténtico nombre, que luego nosotros bien que despotricamos de inglese y demás extranjeros que deforman y mutilan los nombres de nuestros platos regionales.
Esta salsa tiene como única dificultad el disponer de menta fresca para hacerla. Afortunadamente, mis macetas ya empiezan a tener brotes y dispongo de ella. He visto que se llega a hacer esta salsa con hierbabuena, que puede ser una buena sustituta, pero es mejor recurrir a la menta. Lo demás es de fácil adquisición y la ejecución es muy rápida. Apenas en dos pasos tenemos una salsa con sabor exótico y muy refrescante.
Ingredientes:
- 1 pepino pequeño (150 g.)
- 1 yogur griego (125 g.)
- 1 diente de ajo.
- 2 c/s (cuchara sopera) de menta fresca picada.
- 1 c/s de AOVE (aceite de oliva virgen extra).
- 1 c/c (cucharita de café) de zumo de limón.
- Sal marina.
- Pimienta negra molida.
Pasos:
- Pelar y rallar el pepino. Escurrirlo sobre un colador, para quitarle el exceso de agua que dejaría a la salsa echa una sopa.
- En un cuenco poner todos los ingredientes y batirlos bien hasta que quede una salsa grumosa y homogénea. Meter al frigorífico y servir bien fresquita.
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