El plátano verde, macho o de cocinar se ha introducido en nuestra cocina proveniente de los fogones del otro lado del atlántico. En mi primer viaje cruzando el charco, en Dominicana, probé estos plátanos grandes, verdes y duros en su versión frita en lo que llamaban "tostones" (los tostones en Murcia, mi tierra, son las palomitas de maíz). Tardé algún tiempo en saberlos cocinar, sobre todo porque, por entonces, no llegaban a España estos plátanos para cocinar (salvo en círculos muy reducidos).
Pasados los años, podemos encontrar estos plátanos verdes en mercados y grandes superficies, con un precio más que aceptable (poco más de 1 euro el kilo).
En mi reciente viaje por Costa Rica los he vuelto a comer y por eso los traigo aquí. Se trata de una receta muy sencilla para un alimento que puede servir como aperitivo o acompañamiento de otros platos.
Ingredientes:
- Plátano macho.
- Sal (al gusto).
- Aceite de oliva suave, para freír.
- Pelar el plátano y cortarlos en rodajas de como 1 centímetro de ancho.
- Freír las rodajas de plátano en abundante aceite muy caliente hasta que empiecen a dorarse.
- Escurrir las rodajas sobre un papel de cocina y "pisar" las rodajas (que habrán quedado tiernas por dentro) con el culo de un vaso hasta dejarlas con un grosor de un par de milímetros.
- Volver a llevar las rodajas aplastadas a la freidora, salarlas y cocinarlas hasta que estén bien doradas y crujientes.
- Poner a escurrir sobre papel absorbente y ¡listos para comer!