La parte dulce de la cocina no es la que más me gusta. No tengo muy buena mano con tartas, bizcochos y demás viandas para postres, meriendas, golosinas y demás. Eso no quiere decir que, de vez en cuando, me atreva a afrontar uno de estos platos dulces y que, incluso, me lleguen a salir bien (o por lo menos, aceptables). Ese es el caso de esta sencilla tarta de zanahoria con su glasa de queso crema, que ha tenido mucho éxito en mi familia.
Me gusta siempre citar mis fuentes y, en este caso, he recurrido a la web http://www.tartadezanahoria.net, donde se pueden consultar cantidad de variantes de este delicioso dulce.
Ingredientes (para una tarta de 1,5 kg.)
Para la base:- 200 gramos de harina de repostería.
- 250 gramos de azúcar.
- 200 ml de aceite de oliva.
- 225 gramos de zanahoria rallada.
- 1 sobre de impulsor (levadura Royal).
- 1/2 cucharadita de sal.
- 1 cucharadita de canela en polvo.
- 1 cucharada de bicarbonato.
- 4 huevos tamaño L.
Para la glasa:
- 400 gramos de queso crema.
- 175 gramos de azúcar.
- Almendra laminada tostada.
Preparación
- Poner todos los ingredientes secos (harina, azúcar, impulsor, sal, canela y bicarbonato) de la base en un cuenco y mezclarlos. Agregar el aceite, los huevos y la zanahoria rallada y mezclar hasta conseguir una masa fluida similar a la del bizcocho.
- Engrasar y enharinar un molde redondo de 24 cm de diámetro. Verter la masa en el molde y llevar a horno caliente a 180º, con calor arriba y abajo. Hornear durante unos 60 minutos, hasta que al pinchar con un cuchillo este salga limpio. Sacar y dejar enfriar.
- Mientras se hornea el bizcocho, colocar en un cuenco el queso crema y el azúcar para la glasa. Batir intensamente, hasta que esté perfectamente disuelto el azúcar. Cubrir con un plástico y llevar al frigorífico para que tome cuerpo.
- Una vez frío el bizcocho, desmoldar y cortarlo horizontalmente en dos rodajas. Separar las rodajas y cubrir la inferior con algo menos de la mitad de la glasa. Cubrir con la otra mitad del bizcocho y poner sobre ella el resto de la glasa. Finalmente, espolvorear con almendra laminada tostada. Conservar en el frigorífico, para que la glasa no pierda cuerpo.