Comentario previo:
A mitad de camino entre las croquetas y los panecitos se encuentran estos bocados que mezclan el dulzor de calabaza con el sabor del queso y con un ligero toque de ajo. Cuando me puse a elaborarlos no tenía muy claro el final, pero el resultado ha sido genial y se incorporan, por méritos propios, a mi recetario.
La calabaza la he cocinado en el microondas, pero muy bien podría ser asada y tomaría unos matices más sabrosones. He usado una mezcla de cuatro quesos (mozzarella, chedar, samsoe y emmental) muy fundente, a la que he añadido roquefort, para dar fuerza y sabor. La pimienta, la nuez moscada y el ajo picado completan los ingredientes que dan sabor a este plato.
La cobertura de pan rallado (con ajo y perejil) es opcional, pero le da un acabo interesante. No me decidí a poner impulsor (levadura química o royal), pero en la próxima ocasión lo haré para ver si le da más esponjosidad a la preparación.
Es un plato relativamente sencillo, que sólo requiere un poco de habilidad a la hora de manejar la masa en su empanado, ya que queda muy fluida y se nos puede romper en las manos. Yo he usado dos cucharas y he hecho unas quenelles que he dejado caer sobre el pan rallado y así ha sido más fácil la manipulación de la masa.
La calabaza la he cocinado en el microondas, pero muy bien podría ser asada y tomaría unos matices más sabrosones. He usado una mezcla de cuatro quesos (mozzarella, chedar, samsoe y emmental) muy fundente, a la que he añadido roquefort, para dar fuerza y sabor. La pimienta, la nuez moscada y el ajo picado completan los ingredientes que dan sabor a este plato.
La cobertura de pan rallado (con ajo y perejil) es opcional, pero le da un acabo interesante. No me decidí a poner impulsor (levadura química o royal), pero en la próxima ocasión lo haré para ver si le da más esponjosidad a la preparación.
Es un plato relativamente sencillo, que sólo requiere un poco de habilidad a la hora de manejar la masa en su empanado, ya que queda muy fluida y se nos puede romper en las manos. Yo he usado dos cucharas y he hecho unas quenelles que he dejado caer sobre el pan rallado y así ha sido más fácil la manipulación de la masa.
Ingredientes (para 12 porciones):
- 250 g. de calabaza (pelada y sin semillas).
- 100 g. de queso rallado (mezcla de 4 quesos: mozzarella, chedar, samsoe y emmental).
- 50 g. de queso roquefort.
- 2 dientes de ajo.
- 1 huevo.
- 50 g. de harina.
- 20 g. de pan rallado (con ajo y perejil).
- Sal marina.
- Pimienta negra molida.
- Nuez moscada rallada.
- Pan rallado (con ajo y perejil) para empanar.
Pasos:
- Pelar y quitar las semillas a la calabaza. Cortar en dados, de unos 3 cm., y poner en un cuenco con sal, pimienta y nuez moscada (se puede añadir un chorrito de aceite, opcionalmente). Tapar el cuenco con plástico y meter al microondas 6 minutos a potencia máxima. Debe quedar cocida de tal forma que se pueda aplastar, con facilidad, presionando con un tenedor. Si hiciera falta, cocer uno o dos minutos más, hasta que quede bien tierna. Dejar enfriar unos 10 minutos.
- Agregar el resto de ingredientes al cuenco donde tenemos la calabaza cocida. Con un tenedor, chafar y mezclar todo hasta formar una masa fluida, pero manejable.
- Formar como pequeñas croquetas (con las manos mojadas o ayudados por dos cucharas) y pasar por pan rallado. Colocarlas en una bandeja de horno, sobre papel o una superficie antiadherente.
- Hornear a 200º (calor arriba y abajo) durante 20 a 25 minutos, hasta que queden doradas por fuera. Posiblemente queden unos puntos más tostados por donde haya salido el queso fundido. Servir caliente como aperitivo o, simplemente, para acompañar la comida.
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