Comentario previo:
El pasado sábado, después de muchos meses, pude darme una pequeña vuelta por el mercado de Molina de Segura y comprar los deliciosos productos que siempre se venden en estos mercados callejeros de tanta raigambre popular. Además de otras cosas, que ya irán saliendo por aquí, encontré unas pequeñas cebollas blancas que vendían en bolsas de unos dos kilos por un euro. En cuanto las vi pensé en comprarlas para prepararlas encurtidas. Podría haber usado cebollitas francesas o escalonias (chalotas), que también se prestan muy bien para esta preparación.
Se trata de una forma sencilla de tener cebollitas, conservadas en un encurtido de vinagre, con un poco de sal y azúcar (está última para suavizar un poco la acidez de las cebollas). Para aromatizar la preparación se pueden usar distintas especias. Yo he usado clavo, laurel y pimienta en grano. Se hacen muy rápidamente, aunque luego toca esperar un par de semanas para lograr que la maceración en la disolución perfumada de vinagre haga su trabajo sobre las cebollas. El vinagre que se use determinará en gran parte el sabor final de las cebollitas. Yo usé un buen vinagre de vino tinto, pero podía hacerse con vinagre blanco, de Jerez, balsámico, de arroz, de manzana, etc. Incluso se puede hacerse con una mezcla de varios de ellos. Eso queda abierto para que podamos experimentar y encontrar el que más nos guste.
Se trata de una forma sencilla de tener cebollitas, conservadas en un encurtido de vinagre, con un poco de sal y azúcar (está última para suavizar un poco la acidez de las cebollas). Para aromatizar la preparación se pueden usar distintas especias. Yo he usado clavo, laurel y pimienta en grano. Se hacen muy rápidamente, aunque luego toca esperar un par de semanas para lograr que la maceración en la disolución perfumada de vinagre haga su trabajo sobre las cebollas. El vinagre que se use determinará en gran parte el sabor final de las cebollitas. Yo usé un buen vinagre de vino tinto, pero podía hacerse con vinagre blanco, de Jerez, balsámico, de arroz, de manzana, etc. Incluso se puede hacerse con una mezcla de varios de ellos. Eso queda abierto para que podamos experimentar y encontrar el que más nos guste.
Ingredientes:
- 1 kg. de cebollas blancas muy pequeñas (o cebollitas francesas o chalotas).
- 1/2 l. de agua filtrada.
- 1/2 l. de vinagre de vino tinto (o cualquier otro de nuestro gusto).
- 1 c/c (cucharita de café) de sal marina.
- 1/2 c/c de azúcar.
Pasos:
- Pelar las cebollitas y lavarlas.
- Escaldarlas en agua hirviendo durante 3 minutos.
- Escurrir las cebollitas, una vez escaldadas.
- Preparar el líquido para encurtir calentando, hasta que el agua comience a hervir, medio litro de vinagre, junto a medio litro de agua, una cucharadita de sal y media cucharadita de azúcar. Aromatizar con dos hojas de laurel, un par de clavos de olor y un puñadito de granos de pimienta. Apartar del fuego una vez que el agua rompar a hervir y dejar que repose unos minutos.
- En un tarro de cristal, previamente esterilizado, colocar las cebollitas escaldadas que se tienen escurriendo.
- Cubrir las cebollitas con el líquido de encurtir, aún caliente.
- Tapar el tarro y voltearlo para que se enfríe el contenido en esta postura.
- Una vez que se haya enfriado, dejar que marinen las cebollitas en el líquido de encurtir durante, al menos, dos semanas. Una vez abierto el bote, conservar en frigorífico durante 2 ó 3 semanas. Sin abrir, puede aguantar en la alacena varios meses.
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