Comentario previo:
Las hamburguesas vegetarianas tienen en común con sus homónimas de carne picada únicamente la forma. Quizá sería más apropiado denominarlas con otros nombres, pero hay que reconocer que se suelen emplear como alternativa similar para aquellos que siguen un dieta vegetariana. Éstas, en concreto, utilizan como ingredientes base el calabacín ecológico y los garbanzos cocidos y en el sabor tienen más parecido con un falafel que con las auténticas hamburguesas. Pero el uso es cada vez más arraigado y hay que atenerse a él para no inducir a confusión.
Se trata de una preparación muy rápida, siempre que se disponga de garbanzos ya cocidos (se pueden usar unos garbanzos en conserva de calidad), Basta con triturar los ingredientes, menos el calabacín, para disponer de la masa base para hacer las hamburguesas. El calabacín lo rallaremos en crudo y sin pelar, para después mezclarlo con el triturado de garbanzos. Bastará rebozar en pan rallado y a la sartén para dorarlo bien.
Como sugerencia de presentación, yo las he preparado sobre una cama hecha con una rodaja de tomate, otra de cebolla tierna y una hoja de lechuga y las he acompañado de una salsa de yogur y limón con menta, eneldo y perejil.
Muy importante tener en cuenta que estas hamburguesas, como su nombre indica, son picantes. Pero picantes de verdad. Esa cucharadita de cayena molida se puede reducir o hacer desaparecer si se quiere aligerar el picor. La cebolla seca, el ajo en polvo y la pimienta molida, también contribuyen ha hacerla picante. Es algo que cada cual puede personalizar a su gusto, pero a mí me gustan con ese toque.
Se trata de una preparación muy rápida, siempre que se disponga de garbanzos ya cocidos (se pueden usar unos garbanzos en conserva de calidad), Basta con triturar los ingredientes, menos el calabacín, para disponer de la masa base para hacer las hamburguesas. El calabacín lo rallaremos en crudo y sin pelar, para después mezclarlo con el triturado de garbanzos. Bastará rebozar en pan rallado y a la sartén para dorarlo bien.
Como sugerencia de presentación, yo las he preparado sobre una cama hecha con una rodaja de tomate, otra de cebolla tierna y una hoja de lechuga y las he acompañado de una salsa de yogur y limón con menta, eneldo y perejil.
Muy importante tener en cuenta que estas hamburguesas, como su nombre indica, son picantes. Pero picantes de verdad. Esa cucharadita de cayena molida se puede reducir o hacer desaparecer si se quiere aligerar el picor. La cebolla seca, el ajo en polvo y la pimienta molida, también contribuyen ha hacerla picante. Es algo que cada cual puede personalizar a su gusto, pero a mí me gustan con ese toque.
Ingredientes (para 6 hamburguesas medianas):
- 300 g. de calabacín ecológico de Freshvana.
- 250 g. de garbanzos cocidos.
- 3 c/s (cuchara sopera) de cebolla seca en escamas (o 1/2 cebolla).
- 1 c/c (cucharita de café) de cayena molida.
- 1 c/c de perejil picado.
- 1/2 c/c de tomillo.
- 1/2 c/c de orégano.
- 1/2 c/c de ajo en polvo.
- Pimienta negra molida.
- Sal marina.
- Pan rallado, para rebozar.
Pasos:
- Lavar el exterior del calabacín, cortar los dos extremos y rallar en grueso. Reservar.
- Colocar los garbanzos cocidos en el vaso y triturar (hasta formar una masa homogénea) junto con el resto de ingredientes, excepto el pan rallado (que es para rebozar) y el calabacín rallado.
- En un cuenco, mezclar bien el calabacín rallado con el triturado de garbanzos. Nos quedará una masa manejable, pero compacta.
- Ir formando las hamburguesas con un aro o haciendo bolas y aplastándolas. Rebozar en pan rallado y dejar reposar en el frigorífico durante, al menos, media hora.
- Pasar las hamburguesas por la plancha, con unas gotas de AOVE (aceite de oliva virgen extra), hasta que estén bien doradas por ambos lados. Servirlas en panecillos o en plato, acompañadas de ensalada.
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