Comentario previo:
"El zarangollo es uno de los platos más típicos de la gastronomía murciana, y ocupa un lugar privilegiado en los fogones regionales". Así comienza el artículo dedicado a la receta de este manjar murciano. Yo ya puse mi receta de zarangollo en este blog y ahora traigo una composición avanzada que pensaba que estaba inventando yo, pero descubrí que se me adelanto el maestro Juan Lax, que preparó unas mini quiches de zarangollo para el programa de televisión La cocina de Baró. ¡Está todo inventado!
Sobre este plato existe la disputa entre los que le ponen patata y los que sólo lo hacen con cebolla y calabacín. Yo soy de estos últimos y pienso que la patata sólo sirve para "engordar" el plato. Pero debo reconocer que con patata también está bueno, sobre todo si ésta queda con un punto entre tostado y meloso.
La evolución del zarangollo hacia un pastel tipo quiche es sencilla, ya que si partimos de un revuelo el relleno supone los mismos ingredientes más la nata. Así que la tarea es sencilla. Como ahora dispongo semanalmente de frutas y verduras ecológicas de Freshvana frescas, puedo hacer en cualquier momento estos preparados y arreglar una cena con poco esfuerzo.
Sobre este plato existe la disputa entre los que le ponen patata y los que sólo lo hacen con cebolla y calabacín. Yo soy de estos últimos y pienso que la patata sólo sirve para "engordar" el plato. Pero debo reconocer que con patata también está bueno, sobre todo si ésta queda con un punto entre tostado y meloso.
La evolución del zarangollo hacia un pastel tipo quiche es sencilla, ya que si partimos de un revuelo el relleno supone los mismos ingredientes más la nata. Así que la tarea es sencilla. Como ahora dispongo semanalmente de frutas y verduras ecológicas de Freshvana frescas, puedo hacer en cualquier momento estos preparados y arreglar una cena con poco esfuerzo.
Ingredientes:
- 500 g. de calabacín ecológico de Freshvana.
- 500 g. de cebolla blanca ecológica de Freshvana.
- 1 lámina de masa brisa (o quebrada).
- 2 huevos (tamaño L).
- 200 ml. de nata líquida para cocinar.
- Pimienta negra molida.
- Nuez moscada rallada.
- Sal marina.
- 2 c/s (cuchara sopera) de AOVE (aceite de oliva virgen extra).
Pasos:
- Limpiar y cortar en dados de más de 1 cm. el calabacín y la cebolla.
- En una sartén caliente con AOVE, poner a pochar la cebolla. Cuando empiece a tomar color, agregar el calabacín, salar, tapar y dejar que vaya pochando, a fuego más bien flojo, todo durante unos 20 minutos, removiendo de vez en cuando. Los últimos 5 minutos destapamos y subimos el fuego para pierda los restos de agua de vegetación que puedan quedar en la sartén. Debe quedar jugoso, pero no acuoso. Si fuera necesario, poner en un colador para que pierda el exceso de agua.
- Mientras se pochan las verduras, ponerla masa brisa en un molde engrasado. Sobre la masa colocar un papel de horno y sobre éste unos garbanzos (para que no suba la masa y el fondo no se tueste). Llevar al horno, a 180º con calor arriba y abajo, durante unos 15 minutos.
- En un cuenco, batir los huevos y añadir la nata. Batir todo con un poco de sal, pimienta y nuez moscada, al gusto. Agregar el calabacín y la cebolla. Remover hasta que quede todo bien integrado.
- Traspasar el contenido del cuenco a interior de la masa horneada. Llevar al horno, a 180º con calor arriba y abajo, y hornear durante unos 40 minutos, hasta que veamos que está bien tostadita toda la superficie. Dejar que temple, desmoldar y a comer.
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