Comentario previo:
Seguimos con platos típicos de la época semanasantera que estamos atravesando. En este caso es una ensalada de vigilia que me he permitido la licencia de tunear a mi modo, dándole un toque marino, con las algas, y algo de chispa, con la guindilla. La idea me ha venido al ver la receta que Falsarius Chef nos ha mandado a través de su Google+. Es una receta que edito el pasado año, pero que sigue siendo igual de útil para la Operación Tipazo en la que nos quiere embarcar.
La ensalada original tiene en los garbanzos y las espinacas sus ingredientes de referencia. Yo he cambiado éstas últimas por unas algas wakame, a las que he pasado por un proceso de marinado. Las wakame (undaria pinnatofoda) son especialmente apropiadas para tomar en crudo (o rehidratadas) en una ensalada. Pero el potente sabor a mar puede resultar poco apropiado en una ensalada, así que un marinado en aceite, con ajo, salsa soja, limón y unas cuantas hierbas puede ser muy apropiado para conseguir matizar ese sabor, aportando nuevas dimensiones.
La otra variante ha consistido en aportar un punto picante a una ensalada que se nos antoja un poco gris y penitencial. Si hay que hacer penitencia, más vale que sea por el picante que nos deja en la boca y no por la falta de sabor. Bueno, esta parte puede quedar como opcional, que comprendo que no a todos nos tiren lo picante y lo asimilemos como divertido y sabroso.
El resto lo ponen, como ya viene siendo habitual, las hortalizas ecológicas que Freshvana me hace llegar semanalmente: lechuga, pimiento, zanahoria, tomate, cebolla tierna y... lo que queramos. El punto final con las escamas de sal negra es más una nota de color que una necesidad, que la vista también agradece que se piense en ella.
La ensalada original tiene en los garbanzos y las espinacas sus ingredientes de referencia. Yo he cambiado éstas últimas por unas algas wakame, a las que he pasado por un proceso de marinado. Las wakame (undaria pinnatofoda) son especialmente apropiadas para tomar en crudo (o rehidratadas) en una ensalada. Pero el potente sabor a mar puede resultar poco apropiado en una ensalada, así que un marinado en aceite, con ajo, salsa soja, limón y unas cuantas hierbas puede ser muy apropiado para conseguir matizar ese sabor, aportando nuevas dimensiones.
La otra variante ha consistido en aportar un punto picante a una ensalada que se nos antoja un poco gris y penitencial. Si hay que hacer penitencia, más vale que sea por el picante que nos deja en la boca y no por la falta de sabor. Bueno, esta parte puede quedar como opcional, que comprendo que no a todos nos tiren lo picante y lo asimilemos como divertido y sabroso.
El resto lo ponen, como ya viene siendo habitual, las hortalizas ecológicas que Freshvana me hace llegar semanalmente: lechuga, pimiento, zanahoria, tomate, cebolla tierna y... lo que queramos. El punto final con las escamas de sal negra es más una nota de color que una necesidad, que la vista también agradece que se piense en ella.
Ingredientes (una ensalada para 2):
- 200 g. de garbanzos cocidos (de bote, para ser más "falsarios", pero buenos).
- 1 c/s (cuchara sopera) de alga wakame deshidratada.
- 1 c/s de salsa de soja.
- 1 c/s de zumo de limón.
- 3 c/s de AOVE (aceite de oliva virgen extra).
- 1 diente de ajo picado (o ajo en polvo).
- Sal marina.
- Pimienta negra molida.
- Orégano.
- Tomillo.
- Comino en polvo.
- Lechuga ecológica de Freshvana.
- Zanahoria ecológica de Freshvana.
- Pimiento california verde ecológico de Freshvana.
- Cebolla tierna ecológica de Freshvana.
- 1 guindilla ecológica de Freshvana (quedamos en que es opcional).
- 1 tomate raf ecológico de Freshvana.
- 1 huevo cocido.
- Escamas de sal negra.
Pasos:
- Poner a hidratar las algas wakame en agua templada durante 10 minutos.
- Pasdo ese tiempo, escurrir y poner las algas a marinar con el AOVE, el zumo de limón, la salsa de soja, el ajo picado (o en polvo), la sal marina, la pimienta, el orégano, el tomillo y el comino. Marinar durante una media hora (cuanto más tiempo de marinado tenga, más sabor tomarán las algas).
- Mientras tanto, escurrir los garbanzos y lavarlos bajo el chorro de agua. Ponerlos en un cazo a cocer durante 2 ó 3 minutos con un poco de sal. Escurrir los garbanzos y dejar que se vayan enfriando. En este punto se puede cocer el huevo, si no se tiene cocido, como en mi caso (también habrá que dejarlo enfriar).
- Escurrir las algas de su marinado, conservando el jugo que usaremos para aderezar.
- Mezclar en un cuenco los garbanzos cocidos con las algas marinadas.
- Preparar la cama de hortalizas sobre la que vamos a poner los garbanzos con las algas. Lavarlas y cortarlas a nuestro gusto, reservando el tomate para decorar.
- Sobre esta cama, colocar los garbanzos mezclados con las algas marinadas, decorar con el tomate en gajos, poner sobre todo ello el huevo duro rallado y aderezar con las escamas de sal negra y parte del jugo que nos ha quedado del marinado.
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