Comentario previo:
Toda la tarde lloviendo en Murcia es algo poco usual. No estamos acostumbrados a tanta lluvia y el cuerpo parece que se nos acobarda. Yo no soy de sopas y cremas, suelo decir que tengo el síndrome de Mafalda. Pero en días como hoy, hasta a mí me apetece cenar un platico caliente que me entone el cuerpo.
Tenía brócoli ecológico de Freshvana y pensé que era un buen momento para hacer una crema con esta verdura que está en el momento álgido de su temporada. Consulté diversas recetas para, entre unas y otras, acabar componiendo mi propia versión.
En lugar de ponerle nata, le eché yogurt griego que, como le pasa al Sr. Ministro de Agricultura de España, a mí tampoco me sientan mal si están caducados. Este ya había sobrepasado su fecha y había que buscarle un destino urgente. Estuve dudando entre cebolla o puerro y me decanté por la primera, por aquello de que tiene un sabor más rotundo. Un detalle que me gustó y aproveché para mi versión fue el de poner un poquito de nuez moscada. Ya sé que no a todos gusta este sabor, pero a mí ese toque que deja en el paladar me gusta mucho. Lo de ponerle queso rallado (en este caso emmental) también pensé que sería buena idea. Pero bien se puede sustituir por picatostes o cualquier otra cosa que sirva de "tropezón" en la crema.
Un plato sencillico para combatir el frío y la humedad.
Tenía brócoli ecológico de Freshvana y pensé que era un buen momento para hacer una crema con esta verdura que está en el momento álgido de su temporada. Consulté diversas recetas para, entre unas y otras, acabar componiendo mi propia versión.
En lugar de ponerle nata, le eché yogurt griego que, como le pasa al Sr. Ministro de Agricultura de España, a mí tampoco me sientan mal si están caducados. Este ya había sobrepasado su fecha y había que buscarle un destino urgente. Estuve dudando entre cebolla o puerro y me decanté por la primera, por aquello de que tiene un sabor más rotundo. Un detalle que me gustó y aproveché para mi versión fue el de poner un poquito de nuez moscada. Ya sé que no a todos gusta este sabor, pero a mí ese toque que deja en el paladar me gusta mucho. Lo de ponerle queso rallado (en este caso emmental) también pensé que sería buena idea. Pero bien se puede sustituir por picatostes o cualquier otra cosa que sirva de "tropezón" en la crema.
Un plato sencillico para combatir el frío y la humedad.
Ingredientes:
- 400 g. de brócoli ecológico de Freshvana.
- 500 ml. de caldo vegetal.
- 150 g. de cebolla ecológica de Freshvana.
- 2 dientes de ajo.
- 20 g. de AOVE (aceite de oliva virgen extra).
- 1 yogurt griego natural.
- Sal marina.
- Pimienta negra molida.
- Nuez moscada recién rallada.
- Queso emmental rallado al gusto.
Pasos:
- Lavar y cortar el brócoli, aprovechando hasta los troncos, que pelaremos para quitar lo más correoso. Colocar el caldo en una olla y cocer con su vapor el brócoli durante 7 ú 8 minutos.
- Picar el ajo y cortar la cebolla. En una sartén con una cucharada de AOVE, saltearlos hasta que que queda blanda la cebolla, pero sin llegar a coger color.
- Apartar unos trozos pequeños de brócoli, que usaremos para decorar, y colocar el resto en la Thermomix (o procesadora o licuadora o lo que tengáis para triturar), junto con el caldo, la cebolla y el ajo. Agregar los 20 gr. de AOVE (unas tres cucharadas) y triturar muy bien (en la TMx: 2 minutos, velocidad 5 a 10). Si hiciera falta añadir un poco de agua.
- Poner todo el triturado en una olla. Calentar y añadir el yogurt, pero sin dejar hervir. Es el momento de poner la sal, la pimienta y la nuez moscada.
- Servir con una cucharada de queso rallado espolvoreado en cada plato y los ramilletes de brócoli que hemos reservado.
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