Comentario previo:
Lo primero y principal es aclarar que esta receta es de una tortilla de huevos con trigo y no de tortillas hechas de masa de harina de trigo para montar burritos. Esta aclaración me sale al paso de un primer comentario antes siquiera haber llegado a la publicación en este blog.
Además del trigo, son elementos básicos de esta tortilla los granos de habas y guisantes tiernos, sin olvidar el queso de oveja hecho a la antigua usanza por la gente de Euskal Gaztak. El toque de la hierbabuena (podría haber sido menta) le otorga personalidad propia a esta tortilla que , sin ser nada del otro mundo, se hace singular y rompe con la monotonía.
Usé este tipo de queso, que encuentro emparentado con los bríe y los camembert, que muy bien podían haberle sustituido. Tampoco quedaría nada mal queso de cabra de rulo o, por complicar un poco la cosa, un feta o un halloumi. Lo importante es que sea un queso sabroso y que funda pero no se diluya. Da gusto encontrar esos trozitos de queso semifundido dentro del tortilla.
La preparación de la tortilla tiene dos tiempos: uno en sartén y otro en horno. Bien podría este segundo suprimirse y optar por voltear el revuelto, una vez cuajado por un lado, y seguir en la propia sartén hasta dejar bien hechas ambas caras de la tortilla. Pero lo del paso por el gratinador del horno le da al queso un toque tostadito que el la sartén no es tan sencillo lograr. Por cierto, si se dispone de una sartén que pueda introducirse en el horno, podremos saltarnos el paso de cambiar de recipiente la tortilla para el horneado.
NOTA ACLARATORIA: El amigo Apicius, de La cocina paso a paso, me hace ver que he incurrido en una omisión imperdonable. No he aclarado que el trigo que uso es uno semi procesado, trigo tierno de Nomen. Este trigo es más rápido de preparar y ofrece unos resultados mejores, al menos para mí. Si se usa trigo normal se tendrá que remojar la menos durante 3 horas y luego cocer media hora. A mí no me sale bien. O se me queda duro o, si lo cuezo más, se me queda todo pasado. Pero seguro que hay quien tiene mejor mano que yo para estas cosas.
Además del trigo, son elementos básicos de esta tortilla los granos de habas y guisantes tiernos, sin olvidar el queso de oveja hecho a la antigua usanza por la gente de Euskal Gaztak. El toque de la hierbabuena (podría haber sido menta) le otorga personalidad propia a esta tortilla que , sin ser nada del otro mundo, se hace singular y rompe con la monotonía.
Usé este tipo de queso, que encuentro emparentado con los bríe y los camembert, que muy bien podían haberle sustituido. Tampoco quedaría nada mal queso de cabra de rulo o, por complicar un poco la cosa, un feta o un halloumi. Lo importante es que sea un queso sabroso y que funda pero no se diluya. Da gusto encontrar esos trozitos de queso semifundido dentro del tortilla.
La preparación de la tortilla tiene dos tiempos: uno en sartén y otro en horno. Bien podría este segundo suprimirse y optar por voltear el revuelto, una vez cuajado por un lado, y seguir en la propia sartén hasta dejar bien hechas ambas caras de la tortilla. Pero lo del paso por el gratinador del horno le da al queso un toque tostadito que el la sartén no es tan sencillo lograr. Por cierto, si se dispone de una sartén que pueda introducirse en el horno, podremos saltarnos el paso de cambiar de recipiente la tortilla para el horneado.
NOTA ACLARATORIA: El amigo Apicius, de La cocina paso a paso, me hace ver que he incurrido en una omisión imperdonable. No he aclarado que el trigo que uso es uno semi procesado, trigo tierno de Nomen. Este trigo es más rápido de preparar y ofrece unos resultados mejores, al menos para mí. Si se usa trigo normal se tendrá que remojar la menos durante 3 horas y luego cocer media hora. A mí no me sale bien. O se me queda duro o, si lo cuezo más, se me queda todo pasado. Pero seguro que hay quien tiene mejor mano que yo para estas cosas.
Ingredientes (tortilla para 2):
- 50 g. de trigo tierno Nomen.
- 35 g. de guisantes frescos (una vez desgranados).
- 35 g. de habas tiernas (una vez desgranadas).
- 2 huevos (tamaño L).
- 12 hojas de hierbabuena.
- 1 c/s (cuchara sopera) de nata líquida.
- 1 diente de ajo.
- 50 g. de queso de oveja a la antigua.
- Sal marina.
- Pimienta negra molida.
- 1 c/c de AOVE (aceite de oliva virgen extra).
Proceso en imágenes:
Poner a cocer el trigo, junto con los guisantes y las habas, en agua salada hirviendo con la mitad de las hojas de hierbabuena troceadas, durante 7 minutos. |
En un cuenco, batir los huevos, junto con la nata, el ajo picado y el resto de la hierbabuena troceada, con un poco de sal (el queso es salado) y una generosa dosis de pimienta. |
Escurrir bien el trigo, los guisantes y las habas, una vez cocidos. |
En una sartén con una cucharada de AOVE, saltear el trigo, los guisantes y las habas durante 2 o 3 minutos, a fuego suave. |
Añadir el batimento, si remover pero procurando que se distribuya bien por todo el fondo de la sartén inclinando ésta para todos lados. |
Agregar, de manera uniforme, el queso cortado en daditos y dejar que se cuaje el fondo de la tortilla. |
Una vez cuajado el fondo, cambiar a una recipiente apto para el horno, dejando la parte sin cuajar para arriba (si se dispone de sartén que pueda entrar al horno, saltar este paso). |
Gratinar en el horno durante 8 a 10 minutos, según queramos de tostada la superficie de la tortilla. |
Retirar del horno una vez este la superficie tostada al gusto. |