Comentario previo:
El concepto de "pipanellets" lo saco del blog Xavier Gutiérrez Cocinero y, como su propio nombre indica, recuerda a los panellets pero con las pipas de girasol peladas en sustitución de piñones o almendras. Bueno, tampoco es un plato dulce, sino salado. Es un croqueta donde el rebozado de la masa ha cambiado el huevo y pan rallado por las citadas pipas. Vamos que visualmente nos recuerdan a los panellets y en el sabor a las croquetas.
Yo he tomado la idea de Xavier y la he reinterpretado por mor de las circunstancias. No disponía de pipa cruda y con la frita que tenía no era cuestión volver a freírla. El recurso ha sido cambiar la fritura por un gratinado y todos contentos.
El resultado ha sido bueno, pero sin excesos. La pipa domina bastante el sabor y menos no se puede poner, son pena de dejar demasiado calvos los pipanellets. Puede ser una buena sorpresa para nuestros invitados, pero las croquetas de siempre siguen gozando de más adeptos en casa.
Yo he tomado la idea de Xavier y la he reinterpretado por mor de las circunstancias. No disponía de pipa cruda y con la frita que tenía no era cuestión volver a freírla. El recurso ha sido cambiar la fritura por un gratinado y todos contentos.
El resultado ha sido bueno, pero sin excesos. La pipa domina bastante el sabor y menos no se puede poner, son pena de dejar demasiado calvos los pipanellets. Puede ser una buena sorpresa para nuestros invitados, pero las croquetas de siempre siguen gozando de más adeptos en casa.
Ingredientes (para unas 2 docenas):
- 500 g. de níscalos (Lactarius deliciosus).
- 75 g. de queso roquefort.
- 150 g. de AOVE (aceite de oliva virgen extra).
- 40 g. de cebolla.
- 170 g. de harina de repostería.
- 750 g. de leche semidesnatada (usé de cabra).
- Nuez moscada rallada.
- Pimienta negra molida.
- Sal marina.
- 250 g. de pipas de girasol peladas y fritas
Pasos:
- Limpiar bien los níscalos y cortarlos en dados de 1 cm. de lado, aproximadamente. En una sartén con unas gotas de AOVE saltearlos hasta que pierdan todo el agua que suelten. Salpimentar al gusto y reservar.
- Hacer una bechamel para croquetas de una de las dos siguientes formas:
- Convencional: En una sartén calentar el aceite y freír ligeramente la cebolla picada cuando empiece a humear. Antes de que la cebolla tome color, agregar la harina y remover durante 1 ó 2 minutos, hasta que tome color. Ir agregando la leche (mejor si está calentita) en tres tandas, sin dejar de remover, hasta que se forma la bechamel, procurando que no quede ningún grumo. Añadir un par de cucharadas de níscalos chafados, la nuez moscada (a nuestro gusto) y salpimentar (también al gusto). Poner en un cuenco y añadir el resto de los níscaslos cocinados y el queso requefort desmigado. Remover bien para que quede una mezcla homogénea y dejar reposar hasta que enfríe y tome cuerpo.
- Thermomix: Poner en el vaso el AOVE y cebolla (cortada, pero sin picar), programar 3 minutos, temperatura Varoma, velocidad 4. Añadir la harina, programar 3 minutos, 100º, velocidad 2. Agregar la leche, dos cucharadas de níscalos, la nuez moscada (a nuestro gusto) y salpimentar (también al gusto), programar 7 minutos, temperatura Varoma, velovidad 5. Poner en un cuenco y añadir el resto de los níscaslos cocinados y el queso requefort desmigado. Remover bien para que quede una mezcla homogénea y dejar reposar hasta que enfríe y tome cuerpo.
- Una vez que la masa haya enfriado, ir tomando cucharadas de la misma y hacer bolas que se rebozarán de pipas hasta que queden cubiertas.
- Colocar en una bandeja de horno y gratinar durante 5 a 7 minutos (procurando que no se quemen las pipas).