Comentario previo:
Se trata de una de las menos impostora esta receta de Falsarius Chef que nos dejó en su blog el pasado 6 de agosto. Pese a ello, me gustó desde el primer momento que la vi y la puse en mi carpeta de "recetas pendientes" en primer lugar, para no tardar mucho en elaborarla. Lo que no conté es con el retraso que iba a llevar su publicación. Pero, por fin, ha llegado el momento que vea la luz mi versión de este preparado.
La verdad es que pensé en llamar a esta receta "torre de tomate y aguacate", que me parecía más apropiado. Pero me impuso cierto respeto el origen noble de la misma y mantuve el que tuvo a bien ponerle su hacedor.
Como siempre, he incluido algunas modificaciones personales, aunque su factura completamente vegetariana no presumía la necesidad de que tunease la original para ajustarla a mi dieta. En la pasta (o papilla) de aguacate incluí un chorrito de zumo de limón (que favorecería el que no se ennegreciese), un poco de ajo picado (esto por puro vicio, ya que a mí me encanta el sabor del ajo con el aguacate) y unas gotas de tabasco (por aquello de traer el recuerdo del guacamole). Prescindí del aceite en la pasta de aguacate y me limité a usarlo para poner un chorrito final sobre todo el preparado. Por lo demás, respeté la receta original.
A Alicia (mi mujer) le ha encantado y me ha pedido que felicite a Falsarius, recado que doy por cumplido con esta pública manifestación. También sugirió la posibilidad de presentarlo, no en forma de torre, sino como rodajas de tomate sobre las que se unta la pasta y se culminan con el queso rallado. Así se podrían servir como aperitivo o sobre un lecho de lechuga como ensalada entrante. Esta idea está ejecutada (en su segunda versión) y resulta mucho más cómoda para la preparación del plato. Aunque debo reconocer que queda mucho menos atractiva que la versión de torre original.
La verdad es que pensé en llamar a esta receta "torre de tomate y aguacate", que me parecía más apropiado. Pero me impuso cierto respeto el origen noble de la misma y mantuve el que tuvo a bien ponerle su hacedor.
Como siempre, he incluido algunas modificaciones personales, aunque su factura completamente vegetariana no presumía la necesidad de que tunease la original para ajustarla a mi dieta. En la pasta (o papilla) de aguacate incluí un chorrito de zumo de limón (que favorecería el que no se ennegreciese), un poco de ajo picado (esto por puro vicio, ya que a mí me encanta el sabor del ajo con el aguacate) y unas gotas de tabasco (por aquello de traer el recuerdo del guacamole). Prescindí del aceite en la pasta de aguacate y me limité a usarlo para poner un chorrito final sobre todo el preparado. Por lo demás, respeté la receta original.
A Alicia (mi mujer) le ha encantado y me ha pedido que felicite a Falsarius, recado que doy por cumplido con esta pública manifestación. También sugirió la posibilidad de presentarlo, no en forma de torre, sino como rodajas de tomate sobre las que se unta la pasta y se culminan con el queso rallado. Así se podrían servir como aperitivo o sobre un lecho de lechuga como ensalada entrante. Esta idea está ejecutada (en su segunda versión) y resulta mucho más cómoda para la preparación del plato. Aunque debo reconocer que queda mucho menos atractiva que la versión de torre original.
Ingredientes:
- 1 o 2 tomates sabrosos (usé 2 de pera en rama, maduros pero tersos).
- 1 aguacate, mas bien maduro.
- 50 g. de queso emmental rallado.
- 2 c/c (cucharita de café) de alcaparras (tápenas las llamamos en Murcia).
- 1 c/c de zumo de limón.
- 2 dientes de ajo encurtido (o 1 sin encurtir).
- Unas gotas de salsa tabasco (al gusto).
- Pimienta negra molida.
- Sal marina.
- 1 c/s (cuchara sopera) de AOVE (aceite de oliva virgen extra).
- Opcional: lechuga en tiras, para adornar el plato.
Pasos:
- Lavar y cortar los tomates en rodajas de más de 1/2 cm. de grosor y salarlas, ligeramente
- Sacar la pulpa de los aguacates y, en un plato hondo, macharcarla (no demasiado) junto con el limón, el ajo picado, el tabasco, la pimienta y la sal, para formar una pasta de aguacate. Añadir las alcaparras, una vez que ya hemos hecho la pasta, removiendo sin machacar.
- En un plato ir montando las torres alternando tomate, pasta de aguacate y queso rallado.
- Adornar con lechuga en tiras (por ejemplo) y poner un chorrito de AOVE para darle un toque y que brille. Servir bien frío.