Comentario previo:
Esta es la receta de la "auténtica morcilla de verano". Bueno, al menos es la auténtica en casa, donde Alicia y yo somos devotos de este preparado a base de berenjena y cebolla. Cada uno igual tiene su predilección por hacerla de una u otra manera, pero os puedo asegurar que si la preparáis así pasará a ser vuestra favorita. En la receta de las Empanadillas de morcilla de verano mostré una manera de hacerla con la Thermomix de una manera rápida. Pero... no es lo mismo.
Una advertencia importante: esta receta no merece la pena hacerla para una pequeña cantidad, ya que lleva mucho tiempo la elaboración, aunque no sea excesivamente trabajosa. Nosotros la preparamos, la guardamos en raciones y la congelamos. Así tenemos durante una larga temporada nuestra provisión particular.
Por lo tanto, que no asusten las cantidades que aparecen en los ingredientes. Si no se quiere empezar por una cantidad inferior, basta con dividir y ya está. Es importante tener en cuenta que se pierde mucho volumen y peso en el proceso (se queda como en una tercera o cuarta parte), ya que tanto la cebolla como la berenjena pierden mucha agua y al final tenemos que escurrir bien para que no quede aceitoso.
Que tampoco asuste la gran cantidad de aceite que se usa (como unos 4 litros). El preparado final no va a quedar aceitoso al dejarlo escurrir bien y buena parte del aceite se puede reutilizar, ya que le quedará algo de sabor pero estará bastante limpio.
Después de haber intentado ahuyentar los miedos a este preparado, vayamos con la receta.
Una advertencia importante: esta receta no merece la pena hacerla para una pequeña cantidad, ya que lleva mucho tiempo la elaboración, aunque no sea excesivamente trabajosa. Nosotros la preparamos, la guardamos en raciones y la congelamos. Así tenemos durante una larga temporada nuestra provisión particular.
Por lo tanto, que no asusten las cantidades que aparecen en los ingredientes. Si no se quiere empezar por una cantidad inferior, basta con dividir y ya está. Es importante tener en cuenta que se pierde mucho volumen y peso en el proceso (se queda como en una tercera o cuarta parte), ya que tanto la cebolla como la berenjena pierden mucha agua y al final tenemos que escurrir bien para que no quede aceitoso.
Que tampoco asuste la gran cantidad de aceite que se usa (como unos 4 litros). El preparado final no va a quedar aceitoso al dejarlo escurrir bien y buena parte del aceite se puede reutilizar, ya que le quedará algo de sabor pero estará bastante limpio.
Después de haber intentado ahuyentar los miedos a este preparado, vayamos con la receta.
Ingredientes:
- 3 kg. de berenjenas.
- 3 kg. de cebollas.
- 200 g. de piñones.
- 20 g. de oregano seco.
- AOVE (aceite de oliva virgen extra) en cantidad suficiente para cubrir.
- Sal.
Pasos:
- Poner a calentar el horno a 220º. Pelar y trocear en dados la berenjena (es buena ponerla sobre con sal en un escurridor para que pierda amargor). Limpiar y cortar en juliana la cebolla. Poner las verduras peladas y saladas en una olla o una sartén grande y profunda con 2 litros de AOVE, a fuego flojo (5 sobre 10). Dejar que se vaya friendo, dando vueltas de vez en cuando, hasta que veamos que la berenjena se ha empapado de aceite (de 20 a 30 minutos).
- Verter el contenido de la olla o sartén en una (o dos, como en nuestro caso) bandejas de horno profundas, ya que tendrán que contener bastante aceite. Añadir el oregano y más AOVE hasta que queden totalmente cubiertas las verduras. Hornear, a 220º con calor abajo, durante unas 4 horas, removiendo de vez en cuando (cada 20 ó 30 minutos), para que no se nos pegue al fondo y toda la verdura esté cubierta por el aceite y no se nos queme. En la última media hora añadimos los piñones (no añadirlos antes que se nos pueden quemar), bien distribuidos entre la verdura.
- Cuando vemos la berenjena y la cebolla bien tostados podemos sacar la bandeja del horno e ir pasando el contenido a un escurridor (el aceite se puede recoger para seguir usándolo). Dejar toda la noche escurriendo (mejor con un plato y algo de peso encima).
- Una vez bien escurrido el aceite, ya se puede consumir o guardar en tupper y congelar. Para volverlo a calentar, basta con darle una vuelta en la sartén (no hace falta poner aceite) o usando el microondas. No es muy costosa de hacer, pero lleva mucho tiempo. Eso sí, os aseguro que merece la pena el tiempo invertido.
Con esta receta quiero participar en el concurso culinario organizado por Apicius, patrocinado por San Ignacio, Taller de las tradiciones, La cocina de Plágaro, Oh!Menaje, Kuchen House, In-domo Diseño Interiores y Marvi Rótulos-Placas commemorativas.