Comentario previo:
Las posibilidades que ofrece el chutney son muy variadas y prueba de ello es este que os presento aquí. Me han regalado varios bulbos de hinojo y anduve buscando recetas para ir cocinándolos. Entre las que encontré me llamó mucho la atención una en la que se convertían en esta conserva agridulce, prima de nuestra mermelada y originaria del sur asiático. La receta la hallé en el blog "Lolacocina" que, por lo que veo, funciona con ciertos altibajos.
Como suele ser habitual, he hecho mis adaptaciones en cantidades e ingredientes, usando té rojo (en lugar de negro) y una serie de especias que me parecían imprescindibles para que la preparación tuviera ese complejo sabor que le es característico.
Ingredientes:
- 75 g. de tomates secos.
- 250 ml. de infusión de té rojo.
- 1 bulbo de hinojo (200 g).
- 50 g. de azúcar.
- 1 guindilla (pimienta de cayena).
- 1/2 c/c de canela en polvo.
- 1/2 c/c de jengibre seco en polvo.
- 2 cardamomos.
- Pimienta negra molida.
- Sal.
- 100 ml. de agua filtrada.
- 100 ml. de vinagre de Jerez.
- 1 c/s (cucharada sopera) de AOVE (aceite de oliva virgen extra).
Pasos:
- Hidratar los tomates secos en el té rojo caliente durante media hora.
- Cortar en juliana el bulbo de hinojo.
- En un cazo con una cucharada de AOVE caliente, pochar el hinojo hasta que comience a blandear.
- Cortar en tiras el tomate seco ya hidratado.
- Añadir las tiras de tomate al cazo donde hemos pochado el hinojo y remover.
- Añadir a la mezcla que tenemos en el cazo el azúcar, la sal y las especias. Volvemos a remover para que todo se impregne bien.
- Verter en el cazo el agua y el vinagre. Remover y dejar cocer a fuego flojo (5 sobre 10) hasta que el líquido quede reducido (unos 30 minutos). Se puede servir así, en trozos.
- También se puede triturar hasta dejarlo como un puré (en la muestra de la primera foto lo he servido de ambas maneras con un poco de coliflor al vapor y frita, aliñada con aceite de pimentón).