Ingredientes (para 4 a 6 raciones):
- 6 huevos (tamaño L).
- 300 gr. de boniato (1 boniato grandecillo).
- 300 gr. de patata (2 patatas medianas).
- Sal.
- AOVE (aceite de oliva virgen extra).
- 3 alcachofas.
- Sal.
- Limón.
- AOVE.
Pasos:
- Pelar y cortar el boniato y las patatas en lonchas (como de 3 mm.) o en tacos (como de 1 cm.), salar y freír en abundante AOVE caliente. Escurrir sobre papel de cocina absorbente y reservar.
- Batir los huevos. Añadir los tubérculos fritos y corregir de sal. Dejar en reposo unos 5 minutos.
- En una sartén, con unas gotas de AOVE, a fuego medio (6 sobre 10) poner a freír la tortilla. Remover o no (soy de los que no remuevo) para que el huevo cuajado suba del fondo y se mezcle todo. Cuando esté cuajado un lado, dar la vuelta a la tortilla para que cuaje del otro.
- Mientras se va cuajando la tortilla hacemos la guarnición de alcachofas: pelar las alcachofas para dejar sólo los corazones; cortarlos en lonchas; ponerles sal y un chorro de limón; freír en abundante AOVE caliente; cuando estén doradas, sacar y dejar escurrir sobre papel de cocina absorbente.
- Servir la tortilla con una "orla" de alcachofas fritas.
Nota:
Esta versión de la clásica tortilla de patatas la conocí en la cena de noche vieja, ya que fue parte de la contribución de mi amiga Lydia a la citada cena. A ella seguro que le sale mejor (no tiene mérito, ya que tiene mejor mano que yo ¡je, je!). La hace partiendo los tubérculos en cuadrados y la hace más gruesa. Se le puede poner cebolla y/o ajo, además de cualquier hierba (cebollino, perejil, etc.) o añadir calabacín. Yo la quise hacer así de sencilla y habrá tiempo de ir complicándola más. Ya sé que la guarnición (las alcachofas fritas) no son muy propias para mi dieta, pero se estaban poniendo un poco viejas y quería aprovecharlas (salieron de cine, a mí me encantan).