Para el pesto:
- 50 ml. de aceite de oliva virgen extra (usé uno con ajo macerado).
- 2 cucharadas de albahaca fresca picada.
- 1 cucharada de piñones.
- 1 cucharada de queso parmesano rallado.
- Sal (al gusto).
- 1/2 pimiento (verde o rojo).
- 1/2 cebolla tierna grandecica.
- 1 zanahoria no muy grande.
- 2 dientes de ajo.
- 1 puñado de brotes de soja blanqueados.
- Sal (al gusto).
- 2 huevos (de 70 gr.)
- 100 ml. de nata para cocinar.
- 1 cucharada de perejil fresco picado.
- Ajo seco en polvo (al gusto).
- Pimienta negra molida (al gusto).
- Sal (al gusto).
Pasos:
- Poner en el vaso de la batidora de mano los ingredientes del pesto (aceite, albahaca, piñones, queso y sal) y batir, a potencia alta, hasta ligar la salsa.
- Lavar las verduras. Picar o lonchear los dientes de ajo. Cortar en juliana la zanahoria, la cebolla y el pimiento. Poner una cucharada de aceite en una sartén y saltear las verduras durante 15 minutos a temperatura media. Cuando comiencen a estar doradas, añadimos los brotes de soja frescos que habremos blanqueado (cocidos en abundante agua hirviendo durante 3 minutos o usar los que vienen en conserva). Saltear todas las verduricas durante tres minutos más y retirar del fuego.
- En un bol colocar los huevos, la nata, el perejil, el ajo en polvo, la pimienta y sal. Batir como para tortilla.
- En una sartén antiaderente, con una gota de aceite, ir vertiendo con un cucharón el batido para ir haciendo tortillas muy finitas, siguiendo la misma técnica que para hacer crepés (extender bien el líquido por el fondo, esperar a que se dore un poco por un lado, voltear para dorar el otro y sacar sobre un plato o en la tabla de cocina). Según el tamaño de la sartén (recomiendo que sea grande), saldrán de 4 a 6 tortillas. Cuando se enfríen lo suficiente para poderlas manipular, se enrollan las finas tortillas y con un cuchillo se cortan formando cintas similares a tallarines anchos.
- Colocar los tallarines de tortilla en un plato, sobre éstos las verduricas salteadas y regar por encima con el pesto.
Este plato se toma tibio. Si se prefiere, se puede calentar en el microondas durante 30 segundos a máxima potencia.
Yo no me resistí a la tentación de ponerle por encima un poco de queso parmesano recién rallado cuando lo tuve ante mí en la mesa.
Esta receta se me ocurrió como una interpretación, muy libre, de una que vi hacer a Jamie Oliver en uno se sus programas.