Comentario previo:
Las hojas externas de la lechuga, las de un verde más intenso, muchas veces se tiran por no gustar su sabor para las ensaladas. Con el precio que van teniendo las cosas y la situación económica como anda, no están nuestros hogares como para tirar nada aprovechable a la basura. Eso incluye a estas "malvaloradas" hojas verdes de la lechuga que podemos aprovechar para preparados como el pesto que acompaña a estos penne (plumas) y que servirían para cualquier otra pasta.
Para este pesto se pueden usar hojas de cualquier tipo de lechuga de nuestro gusto, pero mejor si se usan las de un color verde más intenso (tampoco estaría mal usar las hojas rojas de una lechuga batavia). En mi caso he utilizado las hojas verde una lechuga romana de cultivo ecológico de las que me surten desde Freshvana. Si tienen el nervio centran muy grueso, se puede retirar en el momento de trocear las hojas, pero no importa si se conserva ya que las vamos a triturar.
En esta preparación uso nueces, pero igual podrían sustituirse por almendras, avellanas, pistachos o cualquier otro fruto seco. Cada uno le va a dejar un toque de sabor diferente, aunque le aporte una textura similar al preparado.
Una de las cosas más positivas que tiene este pesto es que usa bastante menos aceite que el original pesto verde. En este caso usamos caldo vegetal, que hará mucho menos "pesado" y calórico el plato.
La pasta podría haber sido cualquier otra. He usado unos penne de trigo duro ecológicos que son los que suministra Freshvana en su cesta de productos básicos ecológicos. Es importante usar una buena pasta y cocerla de forma adecuada. Los fabricantes suelen incluir en los paquetes instrucciones para la cocción adecuada, incluyendo el tiempo necesario para que ésta se correcta. Un consejo personal es no tener el fuego a toda potencia durante la cocción, sino bajarlo hasta el punto en que se mantenga el hervor pero no borbotee el agua. Esto hace que la pasta se abra menos y no se diluya en el agua. El agua de quedar lo más transparente posible, cuanto más blanca quede peor cocción se habrá hecho.
Por lo demás, es un plato facilísimo y rapidísimo de hacer (en 15 minutos lo tenemos en la mesa), siempre que tengas caldo preparado. En cuanto al sabor, puedo decir que a los que quien lo ha probado ha quedado sorprendido de la delicadeza del pesto, que armoniza olores y sabores muy peculiares.
Para este pesto se pueden usar hojas de cualquier tipo de lechuga de nuestro gusto, pero mejor si se usan las de un color verde más intenso (tampoco estaría mal usar las hojas rojas de una lechuga batavia). En mi caso he utilizado las hojas verde una lechuga romana de cultivo ecológico de las que me surten desde Freshvana. Si tienen el nervio centran muy grueso, se puede retirar en el momento de trocear las hojas, pero no importa si se conserva ya que las vamos a triturar.
En esta preparación uso nueces, pero igual podrían sustituirse por almendras, avellanas, pistachos o cualquier otro fruto seco. Cada uno le va a dejar un toque de sabor diferente, aunque le aporte una textura similar al preparado.
Una de las cosas más positivas que tiene este pesto es que usa bastante menos aceite que el original pesto verde. En este caso usamos caldo vegetal, que hará mucho menos "pesado" y calórico el plato.
La pasta podría haber sido cualquier otra. He usado unos penne de trigo duro ecológicos que son los que suministra Freshvana en su cesta de productos básicos ecológicos. Es importante usar una buena pasta y cocerla de forma adecuada. Los fabricantes suelen incluir en los paquetes instrucciones para la cocción adecuada, incluyendo el tiempo necesario para que ésta se correcta. Un consejo personal es no tener el fuego a toda potencia durante la cocción, sino bajarlo hasta el punto en que se mantenga el hervor pero no borbotee el agua. Esto hace que la pasta se abra menos y no se diluya en el agua. El agua de quedar lo más transparente posible, cuanto más blanca quede peor cocción se habrá hecho.
Por lo demás, es un plato facilísimo y rapidísimo de hacer (en 15 minutos lo tenemos en la mesa), siempre que tengas caldo preparado. En cuanto al sabor, puedo decir que a los que quien lo ha probado ha quedado sorprendido de la delicadeza del pesto, que armoniza olores y sabores muy peculiares.
Ingredientes (para 2 raciones):
- 250 g. de penne de trigo duro ecológicos de Castagno distribuidos por Freshvana.
- 6 a 8 hojas verdes de lechuga romana ecológica de Freshvana.
- 1 diente de ajo.
- 3 nueces peladas.
- 3 c/s (cuchara sopera) de AOVE (aceite de oliva virgen extra).
- 8 a 10 hojas grandes de albahaca.
- 40 g. de queso parmesano rallado.
- 50 ml. de caldo de verduras.
- Sal marina.
Pasos:
- Poner a cocer la pasta, siguiendo las instrucciones del paquete (yo los cuezo en abundante agua salada con tomillo, orégano, nuez moscada y un chorrito de AOVE).
- Mientras tanto. Limpiar y trocear las hojas de lechuga, reservando una. Picar el ajo y las nueces.
- En una sartén caliente, poner la 3 cucharadas de AOVE y saltear el ajo, las nueces y las hojas lechuga troceada hasta que éstas queden lacias y se vea que el ajo comienza a cambiar de color.
- Poner el contenido de la sartén en un vaso de batidora, añadir la albahaca, el queso parmesano (reservar un poco) y el caldo de verduras. Triturar hasta dejar la salsa al gusto.
- Escurrir la pasta y ponerla en una sartén caliente junto a la salsa. Remover todo, mientras se calienta, para que quede homogéneo.
- Cortar la hoja de lechuga reservada en tiras finas. Servir la pasta con las tiras de lechuga y un poco de parmesano rallado por encima.
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