Comentario previo:
No hay que complicarse mucho la vida en la cocina para hacer un plato sabroso y resultón. Eso sí, hay que tener buen producto. Y yo tenía unas alcachofas de campeonato, bien apretadas y con un corazón bien tierno. ¿Qué hacer con ellas? Mi primera tentación fue prepararlas, simplemente, cocidas con su aceite y su limón, que es como mas me gustan. Pero se me vino a la cabeza la posibilidad de hacer un pastel con ellas, pero no me apetecía que a base de ponerles más ingredientes se tapara el sabor de la alcachofa.
Así que, he preparado una quiche muy sencillita que sólo lleva de especial la masa quebrada, que la preparé para otra receta y la he reciclado para otra. En todo caso, la masa se puede usar de la que venden en los ya hecha o la que habitualmente preparéis.
Así que, he preparado una quiche muy sencillita que sólo lleva de especial la masa quebrada, que la preparé para otra receta y la he reciclado para otra. En todo caso, la masa se puede usar de la que venden en los ya hecha o la que habitualmente preparéis.
Ingredientes (para 4 raciones):
Para la masa quebrada:
- 30 g. de harina de trigo.
- 170 g. de harina de maíz.
- 100 ml. de agua filtrada.
- 50 g. de margarina.
- 1 c/c (cucharita de café) de pimentón dulce.
- 1 c/c de sal.
Para el relleno:
- 6 ó 7 alcachofas (1 kg. y medio).
- 200 ml. de nata líquida.
- 2 huevos (tamaño L).
- 100 g. de queso emmental rallado.
- Sal.
- Pimienta negra molida.
Pasos:
- Amasar todos los ingredientes de la masa hasta que queden bien integrados. Hacer una bola y delar reposar media hora en el frigorífico. Extender la masa y forrar el fondo de una bandeja de horno. En horno caliente a 200º, calor abajo, hornear la masa durante 10 minutos.
- Pelar las alcachofas y poner a cocer los corazones en agua salada durante 15 minutos.
- Escurrir bien poniendo los corazones boca abajo y cortar en lonchas como de 1 cm. Colocar las lonchas de alcachofa sobre la masa horneada.
- Batir la nata y los huevos y salpimentar al gusto. Verter sobre las alcachofas, dentro del la masa horneada. Espolvorear con el queso rallado. Hornear durante 30 minutos a 200º, fuego abajo.
- Los últimos 4 ó 5 minutos, poner el gratinador, si es que os gusta (como a mí) que el queso quede bien tostadito. Sacar del horno y dejar que se enfríe durante 30 minutos y desmoldar. Listo para comer.