Comentario previo:
Uno de los postres más típicos de Murcia es el Pan de Calatrava. Se trata de un dulce de aprovechamiento, ya que su ingrediente principal es el pan o el bizcocho (también pueden ser magdalenas) que ya han quedado un poco duros. No es otra cosa que un pudding o un flan ensopado en pan o bizcocho.
Como suele ser habitual, existen muchas y variadas interpretaciones de este pan dulce. Así, puede modificarse dando sabor al flan con chocolate, café, vainilla o cualquier otro. Puede, igualmente, diferir el elemento sólido que va desde el más tradicional con pan casero a los que se realizan con magdalenas valencianas. También en la elaboración podemos encontrar diferencias: los hay que llevan muy poco pan o bizcocho, dando más protagonismo al flan, hasta los más tradicionales donde el flan queda prácticamente absorvido por el pan o bizcocho. Incluso hay quien gusta de mojar y batir en el flan el pan o bizcocho. No digo ya lo de aromatizar la leche para el flan con brandy, ron, canela y hasta con menta.
Sea como sea, es un postre rotundo que traigo y rescato para dar uso a parte del bizcocho económico, que se me estaba quedando algo duro y ya no despertaba la pasión de los primeros días.
Es un postre de fácil elaboración, que sólo requiere de un poco de atención para hacer el caramelo líquido y algo de paciencia para esperar la cocción al baño maría. Lo que sí os puedo asegurar es que despierta todos mis recuerdos infantiles y me lleva hasta esos días festivos en los que nos permitíamos algo así, en casa propia o de visita.
Como suele ser habitual, existen muchas y variadas interpretaciones de este pan dulce. Así, puede modificarse dando sabor al flan con chocolate, café, vainilla o cualquier otro. Puede, igualmente, diferir el elemento sólido que va desde el más tradicional con pan casero a los que se realizan con magdalenas valencianas. También en la elaboración podemos encontrar diferencias: los hay que llevan muy poco pan o bizcocho, dando más protagonismo al flan, hasta los más tradicionales donde el flan queda prácticamente absorvido por el pan o bizcocho. Incluso hay quien gusta de mojar y batir en el flan el pan o bizcocho. No digo ya lo de aromatizar la leche para el flan con brandy, ron, canela y hasta con menta.
Sea como sea, es un postre rotundo que traigo y rescato para dar uso a parte del bizcocho económico, que se me estaba quedando algo duro y ya no despertaba la pasión de los primeros días.
Es un postre de fácil elaboración, que sólo requiere de un poco de atención para hacer el caramelo líquido y algo de paciencia para esperar la cocción al baño maría. Lo que sí os puedo asegurar es que despierta todos mis recuerdos infantiles y me lleva hasta esos días festivos en los que nos permitíamos algo así, en casa propia o de visita.
Ingredientes:
- 500 ml. de leche (usé de cabra semidesnatada).
- 200 g. de azúcar.
- 5 huevos (tamaño L).
- 350 g. de bizcocho económico (puede sustituirse por pan algo duro o cualquier otro bizcocho o magdalena).
Para el caramelo líquido:
- 100 g. de azúcar.
- 50 ml. de agua filtrada.
Pasos:
- En un cazo de fondo grueso poner el azúcar a fundir a fuego vivo (8 sobre 10). En otro recipiente calentar el agua hasta que hierva (yo lo hago en el microondas). Cuando el se ha fundido y tiene color dorado, verter con cuidado (salpica) y lentamente el agua dando vueltas continuamente hasta que liga y queda un caramelo fluido.
- Antes de que se enfríe el caramelo líquido, verterlo en el fondo del molde que vayamos a usar para cuajar el pan de Calatrava.
- Batir los huevos junto con el azúcar, hasta que esta queda disuelta y se forma una crema.
- Añadir la leche y seguir batiendo, hasta que todo queda ligado y homogéneo.
- Verter una primera capa de batido y sobre ella colocar trozos cortados del bizcocho.
- Repetir la operación haciendo sucesivas capas hasta que se llene el molde de horno donde vamos a cocer el pan de Calatrava.
- Colocar el molde dentro de un recipiente con agua caliente (yo la pongo a hervir en el microondas) y poner en el horno a cocer al baño maría a 180º durante una hora, aproximadamente (el tiempo dependerá mucho de la profundidad de molde que empleemos: a más profundidad, más tiempo tarda).
- Comprobar con una aguja si ha cuajado y dejarlo enfriar. Una vez frío, pasar un cuchillo por los bordes, desmoldar y guardar en el frigorífico.