Como todos los años, la cena de Nochebuena la acabamos con el intercambio de regalos. Uno trata de aplicar más originalidad que inversión económica, para lo cual nos vino muy bien algún comentario recibido en este blog y los ejemplos encontrados en otros. Tenía que ser algo fácil, para no complicar la existencia a nadie, pero con su "aquel" para que llamara la atención.
No tuvimos que darle demasiadas vueltas y, pensando en el Bizcocho de chocolate en 5 minutos, nos decidimos por hacer un "kit" para su elaboración. Eso sí, convenientemente presentado como regalo navideño que se trataba que fuera.
A tal efecto, nos hicimos con botes de cristal donde poner los sólidos (4 cucharadas de azúcar, otras 4 de harina y 3 de cacao en polvo, además de 1/2 cucharita de impulsor y 1 de azúcar avainillado). Por otro lado había que pensar en los líquidos, para lo que nos hicimos con botecitos de cierre a presión (para las 3 cucharas de leche y las 3 de aceite). El huevo nos complicó un poco la cosa, hasta que dimos con unos joyeritos en forma de manzana, cuya parte de abajo parecía una huevera (de las que se usan para presentar los huevos pasados por agua) pero forrada de raso por dentro, lo que posibilitaba una mejor base para la delicada cáscara.
Todo ello se presenta en una bandejita de mimbre, forrada por dentro de tela enguatada (ya venía así) y con la ayuda de un poco de "plástico de pompas". Una tira de espumillón y una envoltura de celofán ponían la nota decorativa navideña.
Por supuesto, la felicitación navideña que acompañaba a este regalo llevaba la receta, con sus ingredientes y forma de elaboración.
En definitiva, un regalo diferente, original y aplaudido por todos.