Volvemos a blogs que no son de cocina vegetariana para componer el menú de esta semana. En este caso recurro a cuatro mujeres cuyas recetas me han servido de inspiración en más de una ocasión y que sigo en la Web desde los comienzos de mi aventura bloguera. Son todas ellas recetas de platos sencillos que puede cualquiera reproducir en su cocina. No requieren de ingredientes extraños, ni de instrumental raro del que no vayamos a poder disponer en casa. Un aperitivo, dos platos y un postre que harán la delicias de cualquier mesa vegetariana.
Aperitivo: Crema de aguacate y pepino de Espe Saavedra.
Ahora que empieza a apretar el calor y que nos vemos abocados al verano, nada mejor que un aperitivo como el que que nos ofrece Espe. Una crema fría, muy sencilla de hacer, a la que podemos dar el toque personal de acompañar con frutas o verduras crudas de nuestro gusto. Toques de hierbas aromáticas o especias también le pueden sentar fenomenal. Servida en chupitos individuales seguro que hacen una buena apertura de nuestra comida.
Primer plato: Potaje ligero de lentejas con verduras y calabaza de Las Recetas de Mamá.
Soy muy fan de tomar estos potajes en templado. Ya sé que se ven más apropiados para los fríos invernales pero, no os equivoquéis, las legumbres se pueden tomar templadas y están igual de buenas. Ana nos trae un potaje ligero, sin exceso de grasas y con un esos tropezones de calabaza que le dan un dulzor y una melosidad muy atrayente. Plato de cuchara, suave y que nos proporciona buenos nutrientes.
Segundo plato: Trenza de hojaldre rellena de espinacas, piñones y pasas de Sabores de Colores.
Las espinacas salteadas con piñones y pasas (además de cebolla o ajo) son muy típicas de Cataluña. Loreto, que residió en Barcelona, nos trae esta adaptación para hacer un pastel formado como una trenza con masa de hojaldre. Una apariencia fenomenal que mejora la presentación de este plato, fortalecido con el aporte de las yemas de huevo (que podrían ser suprimidas en caso querer dejar el plato vegano).
Postre: Rosquillas de anís de Comoju.
A mí me encantan estos postres tradicionales. Ya sé que parecen menos finos, más "bastorros", pero son los que me hacen sentir sabores con recuerdos de la infancia, que traen el hogar a mi paladar. Estas rosquillas fritas de Cova, por muy sencillas que sean, tienen ese sabor "de siempre" y, además, son facilísimas de hacer.