Comentario previo:
Cuando dije de hacer esta receta pensaron que se trataría de alcachofas rebozadas, por aquello del "a la romana". Pero se trata de unas alcachofas cocidas y aliñadas con la reducción del caldo de su cocción, en el que resalta el potente sabor del ajo y el limón, contrastando con los aromas que aportan el perejil y la hierbabuena.
La receta la he sacado de la elaborada por Pepekitchen para SuperSol. En este caso he sido bastante fiel a la receta original, sobre la que se observarán cambios mínimos.
Nos sobrará parte de la salsa que bien podemos conservar para hacer cualquier otro aliño.
La receta la he sacado de la elaborada por Pepekitchen para SuperSol. En este caso he sido bastante fiel a la receta original, sobre la que se observarán cambios mínimos.
Nos sobrará parte de la salsa que bien podemos conservar para hacer cualquier otro aliño.
Ingredientes (para 2 raciones):
- 6 alcachofas (yo usé 7 al final).
- 6 dientes de ajo.
- 2 c/s (cuchara sopera) de perejil fresco picado.
- 2 c/s de hierbabuena fresca picada.
- 100 ml. de AOVE (aceite de oliva virgen extra).
- 250 ml. de agua filtrada.
- El jugo de 2 limones.
- Sal marina.
- Pimienta negra molida.
Pasos:
- Picar los ajos, el perejil y la hierbabuena.
- En una olla poner a calentar el AOVE con el agua. Cuando esté caliente añadir ajo, perejil y hierbabuena picados, e ir añadiendo las alcachofas según las vayamos pelando (dejarle un trozo del tallo, también pelado). Aderezar con el limón, la sal y la pimienta y mantener la cocción a fuego suave por unos 20 a 25 minutos (según sean de tiernas las alcachofas). Comprobar si están hechas pinchando la base con un cuchillo (debe entrar sin resistencia).
- Cuando estén tiernas, retirar las alcachofas y mantener el caldo en a fuego fuerte (unos 5 minutos bastarán), para que se vaya evaporando el agua. Dejar que se enfríen las alcachofas (incluso, si se quiere, se pueden meter al frigorífico para enfriarlas antes).
- El caldo estará reducido cuando se vea que ya no queda agua, sólo quedará aceite con la picada. Retirar del fuego antes de que se doren los ajos. Dejar enfriar, sin meter al frigorífico (el aceite se pondría pastoso).
- Servir las alcachofas, a temperatura ambiente o frías, regadas con unas cucharadas del caldo que hemos reducido.