miércoles, 21 de septiembre de 2011

Calabacín frito en vinagre

Ingredientes (para 2 guarniciones):

  • 1 calabacín (300 g).
  • 2 dientes de ajo.
  • 1 cs (cuchara sopera) de albahaca fresca picada.
  • 1 cs de perejil fresco picado.
  • 1 cc (cucharita de café) de orégano seco.
  • 2 cs de vinagre de Jerez.
  • 3 cs de AOVE (aceite de oliva virgen extra).
  • Sal.
  • Pimienta negra molida.

Pasos:

  1. Lavar y cortar (sin pelar) el calabacín en lonchas finitas (ayudado con una mandolina salen una rodajitas fenomenales). Salar el calabacín y dejar que suelte agua, entre media y una hora. Secar con papel de cocina.
  2. En abundante AOVE (usé la freidora) freír las rodajas de calabacín (ya no hace falta ponerles sal, que habrán tomado en el paso anterior). Cuando estén fritas, sacar y poner a escurrir sobre papel absorbente. Deben de quedar como chips doraditos.
  3. Si superas la tentación de comerte el calabacín en este momento, procede a aliñarlo del siguiente modo: en una fuente pon una capa de rodajas de calabacín frito y sobre ella pon ajo picado, según tu gusto, y un poco de albahaca, perejil, orégano y pimienta negra recién molida; coloca una nueva capa de rodajas de calabacín frito y vuelve a poner ajo, hierbas y pimienta sobre ellas; si fuera preciso, vuelve a repetir la maniobra; con todo el calabacín en la fuente, vierte sobre él el vinagre y cubre con AOVE.
  4. Llega el momento de dejarlo reposar en el frigorífico (yo lo hice por la mañana y lo consumí por la noche).
  5. Se puede servir como una "ensalada al centro" o como una guarnición (que fue mi opción, para acompañar a un huevo duro y unas rodajas de queso de cabra de rulo con mermelada de tomate raf).

Comentario:

Este plato lo he sacado del que Mikel L. Iturriaga publicara en su blog El Comidista con el nombre de "Calabacines en vinagre". Lo de poner calabacín frito me ha parecido un acto de justicia, para no confundir con un encurtido. Mikel no es especialmente fan del ajo y lo coloca en trozos grandes para luego poderlo retirar y no comérselo. A mí, sin embargo, me encanta y por eso lo pongo picado. Así que cada cual elija la opción que mejor le cuadre a su gusto. Lo de poner vinagre de Jerez en lugar de vinagre blanco obedece a una cuestión de intendencia: no tenía en ese momento en casa un vinagre blanco.
Por lo demás, me ha resultado un plato de un gusto fuerte, pero muy curioso. Pero lo más destacado ha sido la dificultad que he tenido en no acabar comiéndome los chips de calabacín recién fritos.

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