Tras la distribución de la documentación de soporte, el chef Manuel López comenzó con la elaboración de un bizcocho de soletilla.
También elaboró una crema pastelera, como complemento para realizar un brazo de crema, pero antes habría que enfriar ambas preparaciones.
Entre tanto se abordó la realización de una tarta que queso rellena de membrillo, con un gelatina de frambuesa. Para esta tarta se utilizó unos moldes realizados con tiras de acetato, para hacer unos vasitos, con el fondo realizado en bizcocho de soletilla.
La siguiente elaboración fue un pastel de frutas, en la que una plancha de bizcocho rodea una crema que en su interior aloja distintas frutas (para el caso se usó fresas, kiwi, plátano y piña).
Llegaba el momento de poder enrollar el brazo de crema, para lo cual el chef extendió la crema pastelera sobre la lámina de bizcocho de soletilla, que previamente se había realizado, y nos mostró la técnica para enrollar el brazo ayudándonos con el papel de hornear.
También había que dar el último toque a las tartas de queso poniendo sobre la crema ya enfriada el toque de la gelatina de frambuesa.
La siguiente preparación que nos enseño el maestro López fue la elaboración de una tarta de almendra o tarta de Santiago, para la cual es básico el uso de la almendra molida y a la que él da su toque personal añadiendo un poco de impulsor químico.
Una de las preparaciones que más interés despertó entre los asistentes a este taller fue la del coulant de chocolate. El profesor se entretuvo en explicarnos los detalles de esta receta y en aportar el truco de cocer un minuto menos de lo fijado la masa, para después congelar el preparado. Así queda dispuesto para que en cualquier momento, con dar apenas un minuto, al máximo, en el microondas conseguiremos un coulant recién hecho en cualquier momento.
Siguiendo con el chocolate, la siguiente receta fue la de un bizcocho brownie con nueces.
Era el momento de ir dando el acabado a las preparaciones realizadas: la tarta de almendras o de Santiago (adornada con azúcar lustre, dejando la silueta de la cruz de Santiago en la parte superior);
el brazo de crema (regada de azúcar lustre tostado en algunas zonas);
o el bizcocho brownie con nueces.
Pero quedaba una preparación por hacer: la pasta flora, que sirve como envoltura de los pastelillos de cabello de ángel. Estos pasteles quedaron en el horno, ya que no hubo tiempo para hornearlos antes de que terminaran las 4 horas que duró este taller.
Otras recetas que sí llegaron a finalizarse fueron las tartas de queso rellenas de carne de membrillo y con gelatina de frambuesa;
el coulant de chocolate caliente con helado de frambuesa;
o el pastel de frutas.
Por supuesto, los asistentes dimos buena cuenta de lo allí preparado. Incluso sobró para compartir algo con otros asistentes a talleres paralelos realizados junto a este.
Para finalizar, decir que tuve el placer de conocer en persona a otra bloguera culinaria de la comunidad murciana, Carmen de No quieres caldo... pues toma 2 tazas (que aparece en la foto superior junto al profesor del taller).